16/12/2022 - 16/12/2022
Sala A del Teatro Cánovas. Plaza del Ejido,5. 29013 Málaga.
T. 951 30 89 02
Finaliza la programación malagueña de Primer Plano en 2022 con Bajo el fuego. La historia jamás contada de Tony Vaccaro, nominada en los Premios Emmy a Mejor documental. Max Lewkowic dirige este trabajo de 79 minutos en color y en blanco y negro que trata sobre la vida del fotógrafo y soldado estadounidense Tony Vaccaro, quien capturó imágenes durante el Desembarco de Normandía en la II Guerra Mundial. Tendrá lugar el viernes 16 de diciembre a las 20 horas en el Teatro Cánovas, con entrada libre hasta completar el aforo. La periodista Elena Blanco, presidenta de la Asociación de la Prensa de Málaga, es la invitada especial que conversará con el público.
Elena Blanco, periodista invitada
Doctora en Periodismo, es presidenta de la Asociación de la Prensa de Málaga y profesora titular de la Universidad de Málaga, donde desarrolla líneas de investigación relacionadas con las nuevas tendencias en el ejercicio del periodismo, desinformación y cambio climático. Ha sido redactora del Diario Sur, corresponsal de El País en Málaga, miembro del Consejo de Administración de la Radio Televisión Pública de Andalucía, presidenta de la Fundación Audiovisual de Andalucía, subdirectora de la Cátedra Unesco de Comunicación de la Universidad de Málaga y secretaria académica del Departamento de Periodismo de dicha Universidad. Pertenece al Patronato de la Fundación Manuel Alcántara y a la Asamblea de Mujeres Periodistas de Málaga, y es medalla de honor de la Asociación de la Prensa de Málaga.
Sobre el documental (EEUU. 2016. 79 min. Color y ByN. v.o.s.e.)
El joven Tony Vaccaro fue testigo de la II Guerra Mundial con una sencilla cámara de sólo 47 dólares. Sus fotografías se han convertido en documentos únicos que acercan toda la crudeza de una guerra, sus detalles, dramas y miserias. Después de aquella experiencia, siguió trabajando como fotógrafo en Life, Newsweek y Look, las revistas más importantes de la época. Retrató como nadie a los presidentes, a los grandes artistas y la época que le tocó vivir.
El entusiasta fotógrafo amateur, de 21 años, era considerado demasiado joven para unirse a la Signal Corps de los EEUU, división militar que sostenía la cámara, pero lo suficientemente grande para matar. Pero Vaccaro desafiaba las órdenes, llevando su arma Argus C3 de contrabando a través del Atlántico. Existen imágenes secretas de las playas de invasión de Normandía, tomadas por un hueco en su impermeable; fotografías de soldados en el extranjero coqueteando con chicas locales o sentados aburridos en sus casas de campaña durante las largas e inútiles semanas, esperando a recibir la orden de ir al frente. Los soldados pasan corriendo frente a Vaccaro, quien retrata en sus rostros el horror, pero también la incredulidad al ver a un camarada apuntando con una cámara, en lugar de correr por su vida.
Captura enemigos muertos, pisoteados en el lodo, fotos de sus seres queridos regadas como confeti. Y hay fotografías de camaradas como Jack Rose, un trabajador de Tennessee, que prometió a su familia que volvería de la guerra, incluso si tenía que hacerlo nadando: la foto de Vaccaro lo capta en el aire, tomando un último respiro mientras el fuego enemigo de un francotirador rasga su cuerpo. Y después la “Muerte Blanca”, la fotografía del cadáver envuelto en nieve de su amigo Tannenbaum, la imagen que cambiaría el rumbo de la vida de Tony Vaccaro.