VV. AA.
12/07/2011 - 14/08/2011
Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, Uruguay
Ministerio de Asuntos Exteriores. AECID
Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo
Centro Andaluz de la Fotografía.
Pocos centros tienen la suerte de exhibir una muestra de estas características, a contracorriente de lo que actualmente se expone en centros, museos y galerías de arte. Y no podemos negarlo, nos sentimos profundamente orgullosos de poder enseñar esta maravilla y llevarla por el mundo con el fundamental e imprescindible apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores a través de AECID.
Partimos de un conocido principio, ya en desuso –aunque todo el mundo apuesta por un pronto renacer– que ha dado muchos momentos satisfactorios a la fotografía pública y privada y que ha popularizado y simplificado el mundo, no sólo de la creación contemporánea sino de la manera de pensar y de materializar el hecho
creativo en sí. La polaroid ha significado el acceso sencillo sin la prepotencia de los tecnicismos o del maquinismo, permitiendo que cada cual elija su objeto fotográfico sin cortapisas, lo construya desde su propio imaginario y, lo más importante, que lo haga al instante. Así fue y habría seguido siendo si no hubiera aparecido el elefante digital que ha acabado con todo lo que supone un proceso fotográfico-químico. En 2008 se nos dijo que acabó. Pudiera ser que no del todo, pero lo que parece claro es que nunca volverá a ser lo que fue: un artilugio simpático que nos hizo instantáneos a todos, fotógrafos incluidos.
El Centro Andaluz de la Fotografía quiere rendir hoy un modesto y especial homenaje a la polaroid. A finales de los años setenta, apareció una máquina polaroid gigante a la que muy pocos han tenido acceso, que revelaba positivos de 50 x 60. Era una máquina gigante cuyo uso llevaba aparejado la concurrencia de un técnico para su
manejo. Finalmente se construyeron cinco cámaras más. El CAF decidió probarla en Almería en 1992 y 1994, por primera vez en España, y encargó a una serie de artistas (Chema Madoz, Juan Manuel Castro, Manuel Vilariño, Mónica Lleó, Roberto Chicharro, Manuel Falces, Ricardo Martín, Krzystof Pruszkowski, Toni Catany, Ouka Leele,
Ceferino López, Rafael Roa y Josep Vicent Monzó) que la utilizaran y, según me contaron –ya forma parte de la leyenda–, pudieron hacer 25 fotografías, de las que el CAF conservaría un buen número de ellas.
El resultado de aquella experiencia fue único e irrepetible, a la vista está. Es un claro homenaje a la fotografía que va a recorrer de la mano de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) numerosos países, cubriendo las lagunas culturales existentes en cualquier lugar. Entre todos tendremos que ir uniendo el desarrollo a la cultura, y más en estos tiempos de crisis donde ella, como siempre, tiene mucho que decir, ya que es la feudataria de los procesos que vivimos. Con esta exposición y publicación pretendemos que la universalidad del lenguaje fotográfico pueda servir para que nos entendamos mejor allí donde acudamos a ver una exposición. Alguien dijo que el analfabeto del siglo XXI ya no será el que no sepa leer, sino el que no sepa entender el mundo de la imagen. Dicho queda.
Pablo Juliá
Director del CAF